PESCA
RESPONSABLE II
REFLEXIONES DE UN PESCADOR DEPORTIVO
De
ordinario se piensa que la mar es enorme y que al ocupar las 3 cuartas
partes de la superficie del globo terráqueo, y siendo la profundidad
media de todos los océanos de unos 4 a 5 kilómetros, el
espacio vital de los peces sería tan grande que resultaría
imposible llegar a una situación de agotamiento de las especies
marinas útiles para el hombre.
Sin embargo ello no es así. Primeramente,
porque el máximo de actividad pesquera se lleva a cabo sobretodo
en la limitada plataforma continental mucho más rica en vida
marina ; por otra parte, los datos que se publican hoy en día
están demostrando, de una manera rotunda, que las capturas de
peces en todos los mares, excepto en el Indico, están en franca
regresión y ello pese a la mejor tecnología aplicada al
sector y a las fuertes inversiones en el mismo.
Según un informe emitido en
marzo de l.999 por el fondo Mundial para la Naturaleza- WWW/ Adena,
la capacidad de capturas de la flota pesquera a nivel mundial
es un 155 por ciento mayor de la necesaria para mantener un nivel de
pesca sostenible. Este organismo internacional llega incluso
a afirmar- y ello repugna a los que conocemos también los apuros
económicos de los pescadores- que “los subsidios gubernamentales
a la industria pesquera contribuyen de manera capital a esta tendencia
destructiva de los caladeros”
Según los expertos de Adena,
uno de los factores más importantes que ha contribuido a un progresivo
agotamiento de los caladeros, ha sido la mayor tecnología aplicada
al sector pesquero. Otros factores han sido, como muchos conocen, el
incremento de vertidos industriales y urbanos, los derrames accidentales
de hidrocarburos etc.
Pero parece que la responsabilidad máxima
en el agotamiento progresivo de los caladeros, se debe sobretodo a la
pesquería industrial y al empleo de artes de pesca de captura
masiva : arrastre pelágico, palangres de incluso 130 kilómetros,
redes de deriva, llamadas volantas, que no respetan siquiera el limite
máximo legal de 2,5 kilómetros, pesquería mediterránea
del atún con redes de cerco etc. Otra causa, no menos importante,
es la sobre-explotación de los caladeros por parte de la flota
de bajura, el arrastre en zonas prohibidas etc. etc.
En
el Sudeste español hemos vivido los aficionados, y los pescadores
artesanales del atún, una drástica disminución
en el número de capturas. En cambio, la flota atunera comunitaria
de cerco, junto con barcos japoneses y coreanos hacen aún, en
alta mar, capturas de miles de toneladas de atún que escapan
al control de las cofradías de pescadores y de las autoridades,
ya que son transferidas lejos de nuestra costa a barcos congeladores
japoneses y coreanos. Estudios recientes muestran
que hemos sobrepasado la capacidad de regeneración de muchas
especies en el Mediterráneo y que si no se actúa de una
manera firme y con soluciones inteligentes, las pesquerías de
nuestra costa dejarán de ser rentables.
Concretamente en el Mediterráneo, según
un trabajo publicado en Scientific American en Febrero del 96, se alcanzó
en 1988 el pico máximo de capturas para el conjunto de especies.
Desde entonces ha ido decreciendo hasta el 33 por ciento en
el año 96. Según ese mismo estudio, la disminución
en las capturas era común en todos los mares excepto en el Indico
como ya he señalado y ello por que aún no está
suficientemente explotado.
Según el eminente autor en temas oceanográficos
y pesqueros Karl Safina, el sector pesquero mundial se gastó
en el 96, 160 billones de pesetas para capturar 90 billones de pesetas
en pescado. Los 70 billones de pesetas de déficit fueron enjugados
por pérdidas de los armadores, subvenciones en combustibles,
préstamos a bajo interés, y sobre todo por ayudas gubernamentales
que se justifican por la conservación de empleo, sin que parezca
importar la autodestrucción de las pesquerías
En el Mediterráneo, la limitación
del caballaje de los barcos y del tamaño de las mallas en la
pesca de arrastre de la flota pesquera española, no han sido
suficientes para evitar el progresivo agotamiento de la plataforma continental.
Así mismo, la limitación, por parte de las autoridades,
de la flota atunera nacional que opera en este mar, tampoco ha sido
suficiente dada la presencia de la moderna y potente flota atunera de
cerco italiana y francesa.

Atuneros franceses en el puerto de Torrevieja
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A nivel mundial, y según algunos
expertos, la vuelta a técnicas de pesca menos modernas y agresivas,
podría aún regenerar caladeros. Así, la
tan reclamada por los vascos, pesca exclusiva del bonito del norte a
la cacea cobra especial relevancia. En E.E.U.U. y en una determinada
área, se ha llegado a prohibir la pesca al arrastre con motor,
del camarón, permitiendo sólo la pesca a vela del mismo.
Y volviendo al atún rojo mediterráneo. Hay ya muchas voces
que claman por una valiente regulación y una drástica
limitación de las capturas del mismo en su área de freza.
De lo contrario nos va a ocurrir como lo sucedido en otra área
de freza como es el Golfo de Méjico en el que se tuvo que prohibir
de un modo absoluto la pesca del atún, ante el casi agotamiento
de la especie.
La solución del problema del atún
mediterráneo podría pasar por la ya dicha firme reducción
de la flota atunera de cerco, y por supuesto por la prohibicion
de capturar el atun rojo Mediterráneo antes de desovar,
Teníamos la esperanza de que, dadas las
nuevas disposiciones publicadas en el año 98 sobre la ampliación
a 50 millas de la jurisdicción en materia pesquera de nuestras
aguas, la pesca incontrolada del atún ya no sería posible.
La realidad es que se sigue esquilmando nuestra costa. En
ese mismo año, 1.999, se desembarcaban en el muelle de la sal
(no en los muelles de la Cofradía), cerca de 20 toneladas de
atún joven que aún no había llegado a su edad reproductora,
que fueron capturados por un atunero comunitario a unas 40 millas de
la costa. Tuve noticias de que también
durante el mes de mayo de 1.999 (antes de que el atún llegara
a desovar), hubo una captura masiva, de nada menos que de 2 millones
de kilos, a unas pocas millas al sur de Menorca.
Uno de estos atuneros, con 300 toneladas de
atún, fue apresado a tan solo 4 millas de la costa balear , siendo
sancionado en esta ocasión por el Ministerio de Agricultura y
Pesca. Desde luego, ya era hora de que se tomaran medidas así.
En el 1999 leía, que por primera vez,
un organismo francés había hecho una denuncia ante el
expolio que hacen sus propios barcos y los comunitarios en el Mediterráneo
y expresaba su alarma ante la posible extinción del atún
rojo. Como he dicho en otra página de esta Web, Adena WWF afirmaba
que la biomasa reproductora del Atún rojo en el Mediterráneo,
en 1997, era un 20 por ciento de la que existía en 1990, y que
la cifras actuales están mucho mas bajas. Recientemente en la
reunión anual en Bilbao Nov. 2002. denunciaba Adena varios
hechos.
-Que las recomendaciones de los científicos
de la Iccat (organismo internacional para la regulación del atún
rojo del Mediterráneo y atlántico Norte), con relación
a las capturas máximas del atún rojo no eran seguidas
ni siquiera por los países miembros.
-Que no había control en las capturas
del atún que llegaba a las jaulas de engorde por lo que eran
otra causa que contribuía a la extinción del atún.
-Que no hay control alguno sobre los atuneros
piratas con bandera de conveniencia (Belice, Panamá
etc) que siguen desembarcando atún en puertos de la CE.
-Que la reunión de Bilbao era una ocasión
única para tratar de impedir por todos los medios la extinción
del atún en el Mediterráneo tal como ha ocurrido ya con
el bacalao en determinadas zonas atlánticas
-Que con relación al pez espada ( otra especie amenazada) denunciaba
que en 1998 nada menos que el 86 por ciento de los desembarcos eran
peces espada juveniles y que la iccat lo había consentido al
suprimir la talla mínima para el pez espada mediterráneo
La solución
de todos estos problemas escapa evidentemente al pescador deportivo,
pero deberíamos ser, también nosotros, cada vez mas conscientes
de que los recursos del mar no son inagotables y que deberíamos
cambiar ya ciertas actitudes como es la de entrar a
saco en la mar pescando todo lo que se pueda. Otro aspecto importante,
que nos compete a todos, es el de no contaminar más la mar con
nuestros aceites y basura.
Otra forma no menos relevante de nuestra posible
actuación, a nivel del pescador deportivo, es la del respeto
hacia los inmaduros, dejando libres a los peces que aún no hayan
cumplido su ciclo reproductor. Os aseguro que
es una gozada el verlos alejarse del barco y hundirse en el azul del
mar con una libertad recién estrenada. Pero no es eso solo. Es
el reflexionar, que al liberar ese inmaduro, estamos abriendo la posibilidad
a la vida a muchos miles de peces, que tras sortear los innumerables
peligros que les acecharán a lo largo de su existencia, podrán,
alguna vez, ser fuente de vida marina y de nutrición para la
especie humana, al tiempo que multiplicarán las oportunidades
para nuevos y gozosos encuentros entre el pez y el pescador deportivo.
Parte de el artículo fue publicado en Pesca a Bordo

Juli
Javaloy
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