Pesca al currican en solitario.Oct. 2020 |
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Miguel Cuervo, veterano y gran pescador de 83 años, pero en plena forma y con la ilusión por la pesca en toda su larga vida, nos cuenta su última aventura Arriba, el autor del articulo que (pueden ver a continuación), con una gran bacoreta lograda en otra ocasión Pulse imágenes para ampliar |
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Una jornada de pesca breve pero afortunada. A las 6,30 de la mañana del 13 de octubre, me encontraba ya a bordo del Madroño IV . | |
Revisé cuidadosamente el motor y lo puse en marcha Comprobé la presión de aceite y el alternador; nivel de gasoil. (me quedaban unos 1.000 litros de los 1.200 de capacidad), revisé también el agua dulce para ducha y lavado de cañas y carretes, etc, En una palabra: le di los buenos días a mi barco,"con afecto", para que me lleve y me traiga sin problemas. |
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Arriba tipos de excitador y pulpitos alguno de 10 cm que normalmente utilizo en esta época |
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Seguidamente puse en marcha el radar, la sonda y el GPS, metí defensas a bordo, solté cabos, y di avante. ¡ Como pasa el tiempo..! ,y ¡cuántos pequeños detalles a revisar y poner a punto! En ese momento casi amanecía . Salí despacio del puerto. El viento soplaba del W, navegué rumbo al E, una vez sobrepasado el Cabo de Santa Pola. Navegué cómodamente, con el viento en popa. Me dirigí a unas “señas” determinadas, con fondo rocoso, donde a menudo he encontrado, en esta época, bacoretas de buen tamaño y que tenía previamente marcadas en mi GPS. Al sobrepasar apenas el punto marcado en el mapa, la caña de babor se dobló violentamente. Acudí a ella, dejando funcionando el piloto automático. El arnés que llevo colocado, con el cabo de seguridad, hecho firme en el borde inferior del techo de la cabina, no me resta movilidad y puedo trabajar el pescado con tranquilidad. Era una bacoreta de unos 750 gramos, que pasé directamente a la nevera de popa, una vez desanzuelada |
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Bacoreta |
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Cerca del segundo punto señalado en el Gps, la caña de estribor se dobló mucho más que antes, hacia popa. En este momento el barco llevaba una velocidad de 7 nudos y esta vez la bacoreta era de un kilo por lo menos. Continué navegando hacia un tercer punto, con fondo rocoso y abrupto, marcado en el gps. Al poco, ví saltar a poca distancia de los excitadores, un pescado que identifiqué como llampuga. |
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El viento, en este momento soplaba de costado. Era incómodo y con más fuerza de la que anunciaba el parte. Viré lentamente de 20 en 20 grados, y al llegar a los 180 grados tenía nuevamente el pesquero por la proa. Lo sobrepasé y esta vez no hubo picada. Avancé unos cien metros mas… ¡y de pronto las dos cañas como dos arcos…! Me dediqué primero a la de babor bombeando y poco a poco me llegó el excitador, lo levanté a tope y una bonita llampuga apareció, exhibiendo su precioso colorido. La metí en la nevera, dejé la caña en su cañero y fuí por la siguiente |
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La caña seguía muy doblada y la cogí con ilusión. Hacía unos seis años que la llampuga no me entraba así. Una vez en la nevera hice una virada de 20 en 20º a estribor y puse proa al Cabo de Santa Pola y al primer punto señalado en el GPS .Lo superé, al no tocar pero intenté una nueva virada. ¡Nuevo doblete a bordo…¡ El viento no calmaba y como me di cuenta que el peso de las capturas, podría estar pasado de cupo, puse rumbo al puerto de Tabarca. Al resguardo del mismo, aseé el barco y recogí las cañas. |
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Dos bacoretas y 4 lampugas alguna de mas de kilo y medio fueron las captura de ese día |
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Por curiosidad medí las llampugas y andaban entre los 53 y 55 centímetros y cerca de los dos kgs. Todo recogido y a 17 nudos, proa al viento a Santa Pola y a pesar de la ola corta, ni un pantocazo. |
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¡Que bien navega el Madroño! No en vano según papeles, su desplazamiento es de 8.000 kg
En resumen: una jornada de pesca en solitario breve, pero feliz y para el recuerdo. |
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